Divorciarse puede afectar a su situación de inmigración, dependiendo del tipo de Green Card matrimonial que tenga, pero si aún usted está en la espera de la residencia permanente, puede que tenga consecuencias aún más graves.
El impacto de un divorcio entre un inmigrante y un ciudadano estadounidense dependerá de la fase del proceso de inmigración en que se encuentre el matrimonio. Si se divorcia antes de obtener la residencia permanente, esto podría tener un gran impacto en su estatus migratorio y su futuro en Estados Unidos, el divorcio no afectará al estatus de las personas que tengan la tarjeta verde permanente, pero puede retrasar su solicitud de naturalización.
Si por otro lado está en la espera de la residencia permanente, tiene una tarjeta verde condicional y se divorcia, puede ser más difícil obtener una tarjeta verde permanente. Ya que recuerde que su solicitud de residencia está fundamentada en el validez y existencia de su matrimonio con un ciudadano estadounidense.
Consecuencias del divorcio antes de obtener la residencia permanente
Si un inmigrante se divorcia antes de obtener la residencia permanente, puede enfrentarse a varias consecuencias legales, entre ellas
- Pérdida del visado de inmigrante: Si el inmigrante se divorcia antes de obtener la residencia permanente, pierde su estatus legal en el país y se anula su visado de inmigrante.
- Regreso al país de origen: En algunos casos, la anulación del visado de inmigrante puede conllevar la deportación del inmigrante a su país de origen. Sin embargo, una acción legal rápida puede ayudar a evitar su deportación e incluso conducir a un ajuste de su estatus de residencia.
- Dificultades para solicitar un nuevo visado: Si el inmigrante es deportado, puede tener dificultades para solicitar un nuevo visado o para volver a entrar en Estados Unidos en el futuro.
- Cambios en el proceso de petición: Si el inmigrante se divorcia antes de que se apruebe su petición de residencia permanente, el proceso de petición puede cambiar. Por ejemplo, puede requerirse una nueva petición, o puede necesitarse un patrocinador diferente.
- Requisitos de la prueba de matrimonio para inmigrantes: Si el inmigrante se divorcia antes de obtener la residencia permanente, se le puede exigir que demuestre que el matrimonio era de buena fe, es decir, que no se casó sólo para obtener beneficios de inmigración. En algunos casos, puede ser necesaria una investigación para determinar la autenticidad del matrimonio.
Para empezar, debe saber que su proceso de inmigración se podría detener. Esto implica la pérdida de elegibilidad para solicitar la Green Card, lo que podría llevar a la deportación.
Excepciones de ser deportado:
Hay ciertas excepciones que permiten al cónyuge inmigrante apelar la deportación y obtener la residencia permanente, incluso después del divorcio.
Si el cónyuge inmigrante demuestra alguna de estas excepciones, tiene la opción de permanecer en el país y mantener su proceso para obtener la residencia permanente:
- El matrimonio se contrajo de buena fe y se terminó por una causa ajena a la voluntad del cónyuge inmigrante. Un tribunal confirmará esta información con una prueba del matrimonio a efectos de inmigración y datos que reconozcan si la pareja convivió en la misma residencia, tuvo hijos o adquirió bienes en común.
- El cónyuge inmigrante podría sufrir dificultades extremas si es deportado a su país de origen.
- El cónyuge inmigrante ha sido víctima de crueldad extrema, maltrato físico o psicológico por parte del cónyuge ciudadano estadounidense. Si se divorció o separó porque su cónyuge la sometió a malos tratos, es posible que su abogado pueda convencer a las autoridades de inmigración de que le expidan un visado u otras formas de ayuda migratoria.